sábado, 8 de octubre de 2011

El arte en el Barroco

1. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL BARROCO
Huida del vocabulario clásico

Al agotarse a finales del siglo XVI las posibilidades expresivas del clasicismo, es una vez más el genio italiano el que logra apuntar nuevas direcciones a la expresión plástica. Caravaggio y los hermanos Carracci en pintura, Vignola, Della Porta y Maderna en arquitectura, o Bernini en escultura, logran imprimir un nuevo interés al gastado clasicismo. El predominio de la lógica en la arquitectura o el equilibrio tenso de Miguel Ángel en escultura terminan por fatigar la sensibilidad de las nuevas generaciones. De nuevo la sensación viene a suplir a la razón. A la obra equilibraa y racional del Renacimiento viene a sustituirla la  expresión desequilibrada del Barroco. En arquitectura aparece un repertorio de infinitas curvas. Elipses, parábolas, hipérbolas, cicloides, sinusoides, hélices, sustituyen al perfecto equilibrio del medio punto romano. Ahora las columnas se ciñen de fajas o se retuercen en hélices salomónicas , los frontones son curvos y mixtilíneos. Los muros pierden el sentido plano y se curvan a la búsqueda de mil quebradas, perspectivas y efectos luminosos. Finalmente, la tradicional planta rectangular, heredada de la escultura greco-latina, cesa en su lógica cartesiana para dar paso a plantas elípticas, circulares y mixtas.



Ahora será la arquitectura quien gobierne la dirección plástica. Escultura y pintura se acogerán a ella. y se llega a una verdadera simbiosis de las artes. No solo la pintura, sino también la escultura, se aunarán para formar con la arquitectura un todo magnífico en el que una percepción visual no sabrá distinguir dónde empieza lo uno y dónde termina lo otro.

En el siglo XIX se crea el término Barroco, que se tendrá como un arte decadente y corrompido. En la primera mitad de la actual centuria se continuará ignorando el barroco, o, a lo sumo, aceptándolo como un mal menor que sirvió de puente entre el clasicismo renacentista y el Neoclasicismo del siglo XIX. Pero tanto el dadaísmo como la abstracción pondrían sobre el tapete, nuevamente el valor y la primacía de lo sensorial sobre lo racional. Desde este nueva óptica ha sido reivindicado el barroco como un movimiento tremendamente coherente y lúcido.


El barroco como argumento convincente de poder


La Europa del siglo XVI terminó siendo de todo menos lógica y tranquila. Por una parte el desgajamiento de la unidad en la fe provocada por la revisión luterana, el largo período de la Contrarreforma en el que se dio la defensa católica encabezada por San Ignacio de Loyola y consumada en Trento, colocan al hombre europeo en una situación moral inédita.

Por otro lado el surgimiento de los grandes Estados modernos y su fortalecimiento los lleva a una incesante lucha entre ellos por alcanzar su hegemonía. Los grandes intereses puestos en juego obligan a los monarcas a crear estructuras rígidas de gran eficacia y rápido control. Podríamos resumir la situación europea del siglo XVII como un conjunto de Estados entre los que se da una problemática que conduce al establecimiento de dos tipos de poderes: el Poder papal(Iglesia católica) y el Poder real(monarca).


2. CARACTERES FORMALES DE LA PINTURA BARROCA

El deseo de realismo, de plasmar la vida en su totalidad reflejando sus aspectos dolorosos, la vejez, la tristeza, la lealtad, contrastan con el idealismo antropológico, con la sublimación de la realidad humana en el mundo mítico de las diosas Venus, ninfas, héroes y atletas que hemos contemplado en el Renacimiento. Nuevos temas más cercanos a nosotros atraerán ahora la atención de los artistas. Con frecuencia el paisaje es argumento exclusivo; otras veces bodegones y naturalezas muertas muestran que el hombre barroco exalta la plasticidad de una flor, o una fruta o un vaso de cristal con el entusiasmo con que un siglo antes se celebraba la belleza de vírgenes y madonnas. Así pues desde el punto de vista formal, la pintura barroca se distingue por varios caracteres: 

a)Predominio del color sobre el dibujo. En los grandes maestros las manchas son las definidoras de las formas. Mientras en el estilo lineal es el de la precisión sentida plásticamente, con bordes que impelen a la pulsación táctil, las facturas de manchas nos proporcionan sólo una apariencia óptica, algo vago e impreciso.




b)Profundidad continua. La conquista de la tercera dimensión ha sido ambición casi constante de los pintores. En el barroco se acentúa la selección delante-detrás y la pintura parece poseer tres dimensiones.

c)Hegemonía de la luz. El barroco es el arte de plasmar, pictóricamente, la luz y en correlación la sombra juega un papel hasta entonces inédito, especialmente en los primeros ensayos del estilo(Tenebrismo). 




d)Composición asimétrica y atectónica. La tendencia instintiva a colocar la figura principal en medio y a pintar dos mitades de tela semejantes(simetría) se pierde, de la misma manera que se desecha la malla de horizontales y verticales del arte clásico(composición tectónica).

e)Movimiento. Arte de la vida, no puede el barroco detenerse en formas estáticas; la turbulencia se antepone a la quietud. Con la composición atectónica, especialmente las diagonales, se consigue una primera impresión dinámica;por añaditura las figuras inestables, los escorzos, las ondulaciones, insuflan vida en el tema.

3. AUTORES MÁS IMPORTANTES DEL BARROCO
Diego Velázquez(1599-1600)

Nació en Sevilla, donde conoció al futuro Conde-duque de Olivares, que más tarde le ayudaría a entrar como pintor de la corte. Fue amigo de Valdés Leal y de Zurbarán, y conoció a Rubens quien, además de influirle poderosamente, le recomendó ir a Italia.

Los rasgos principales de su pintura son las representaciones naturalísticas y serenas, rehuyendo lo trágico y el realismo extremo. Evolucionó desde el tenebrismo de Caravaggio hacia colores más claros.

Encuanto a la temática de su pintura, Velázquez presentó escasa inclinación hacia lo religioso, que, en cualquier caso, desacraliza. Lo mitológico, en cambio, recibió un tratamiento abundante aunque de manera irónica. El paisaje aparece como parte integrante de sus cuadros y solo en la Villa Medici lo hizo con carácter independiente. Desarrolló ampliamente el retrato y los temas de género.